La ciudad española donde está prohibido jugar al dominó en las terrazas

  • La medida suscitó opiniones encontradas entre los sevillanos y puso sobre la mesa la delicada línea entre la tradición, el ocio y el control del ruido.
El dominó es un juego de origen chino que entró en Europa a través de Italia.
El dominó es un juego de origen chino que entró en Europa a través de Italia.
Felipe Barros/Exlibris/Secom-PMI. CC BY 2.0
El dominó es un juego de origen chino que entró en Europa a través de Italia.

El juego del dominó se originó en China hace más de 1.000 años, durante la dinastía Yuan, y se trataba de una variación del juego de los dados. No fue hasta mediados del siglo XVIII que el juego fue introducido en Europa, específicamente por los italianos, aunque su nombre actual proviene de la adaptación francesa.

El juego del dominó se compone de fichas rectangulares divididas en dos mitades, cada una con un número determinado de puntos que van del 0 al 6. Estas fichas se colocan en una mesa y los jugadores deben ir encajando unas con otras según los puntos que tengan, con el objetivo de ir vaciando sus manos. El dominó, junto con los juegos de cartas, son una elección popular entre los usuarios mayores de los locales de hostelería, sin embargo, hay una ciudad en el corazón de Andalucía que esconde una curiosa normativa: la prohibición de jugar al dominó y a los dados en las terrazas de bares y restaurantes.

Un pulso entre la tradición y el ruido

El dominó, con sus fichas entrechocando y las partidas animadas, forma parte intrínseca de la cultura de terraceo. Desde los parques y plazas hasta las peñas y bares, este juego ha acompañado por generaciones a los habitantes de cualquier ciudad. Sin embargo, el alboroto generado por las partidas, especialmente en las concurridas terrazas, motivó la intervención del Ayuntamiento de Sevilla.

La Ordenanza Contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones, aprobada en julio del 2013, buscaba garantizar el descanso de los ciudadanos y regular los niveles de ruido en la ciudad. Entre sus medidas, se incluyó la prohibición de "cualquier tipo de juego o actividad susceptible de generar ruido de impacto, por ejemplo dados, dominó y similares", eliminando así la posibilidad de alegar que esta actividad de ocio no estaban específicamente mencionadas en la normativa.

Los defensores de la prohibición argumentaron que el ruido excesivo de las partidas, especialmente en horas nocturnas, afectaba la tranquilidad de los vecinos y podía perturbar el descanso. Además, señalaban que la normativa no buscaba eliminar el dominó de la cultura sevillana, sino regular su práctica en espacios públicos para garantizar la convivencia.

Por otro lado, los detractores de la medida la consideraban una restricción innecesaria y cuestionaban su efectividad, ya que el ruido de las conversaciones en las terrazas podía ser igual o incluso mayor que el del dominó.

La prohibición del dominó no fue la única medida controvertida de las nuevas ordenanzas que entraron en vigor hace 10 años en la capital hispalense. Beber o comer de pie junto a los veladores, arrastrar barriles de cerveza o chocar las bombonas de butano para alertar a los vecinos de la llegada del camión contempla sanciones entre 300 y 300.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción.

No obstante, todas estas medidas contra el ruido, incluyendo la prohibición de jugar al dominó, ponen de manifiesto la compleja relación entre el ocio, la tradición y la regulación del espacio público en las ciudades.

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